HdC. Todo el arte que ya permite intuir
la fotografía adjunta y muchísimo más que no ha sido recogido por la cámara
pertenecen a un gran hito del Camino… que sorprendentemente se encuentra en una
vía secundaria del Francés. O para ser más exactos, en un ramal que hoy vive
momentos de auge y que antaño no lo tuvo. Al contrario, cedió su posible
protagonismo a un trazado en el que se levantan un par de humildes iglesias y
nada más.
¿Cuál es el misterio? ¿Tenían mal
gusto los peregrinos medievales? En absoluto. Pero los enemigos clásicos de los
caminantes eran tres: los ladrones (los había en este ramal y en el más
frecuentado), las llagas (no hacían distinción de rutas) y los curas y frailes.
Y en este edificio cuya fachada, en detalle, recoge la fotografía había muchos,
y por el otro lado, un par de ellos. De manera que el peregrino, puesto a dar
limosna, prefería evitar los “muchos” y elegía el “par de ellos”, por bien de
su bolsa.
Claro está que los tiempos han
cambiado y puestos a disfrutar, qué mejor que ver arte, mucho arte.
Queda un último detalle. ¿Dónde fue
hecha la foto? Pertenece a la iglesia del gran monasterio de Samos. Camino
Francés, Lugo puro.
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