HdC. Los hitos grandes y los hitos
pequeños. Todos dignos de respeto por los actuales peregrinos y, por supuesto,
por las personas que tienen la suerte de vivir a su lado. Algunos son
ostentosos aunque no lo quieran, como el monasterio de Samos o el castillo de
Ponferrada. Otros no esconden su humildad, e incluso soportan con estoica y
pétrea dignidad que le hayan colocado un cable por delante que, sin duda, los
afea y no debería de estar ahí.
Como el dintel de esta puerta de la localidad
coruñesa de Neda. El peregrino pasa por ella y, o se fija, o seguirá de largo.
Cierto: cuando se construyó, y ahí está el año que impide mentir, ya apenas
pasaban peregrinos por esa localidad que en la Edad Media fue puerto de
desembarco y cabeza del Camino Inglés, relegada a fin de etapa en los tiempos
actuales que le dan mayor importancia a Ferrol. En ambas localidades, por
cierto, hubo un hospital de peregrinos puesto bajo la advocación del Espíritu
Santo.
Pero cierto es también que cada vez
son más los que eligen el Camino Inglés para evitar la masificación estival del
Francés. Y ellos son los que, si lo ven, sin duda tuercen la boca al ver ese
cable.
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