La “mala suerte” de San Martiño Pinario

HdC.Recoge en varias de sus publicaciones el profesor Manuel F. Rodríguez –un experto jacobeo a quien en alguna otra ocasión también hemos citado– la importancia del monasterio de San Martiño Pinario, frente a la catedral compostelana. Se trata de un edificio fuertemente vinculado a la figura del Apóstol puesto que fue fundado en el siglo X por los monjes custodios del sepulcro de Santiago, y que dio y sigue dando hospitalidad a peregrinos de todo el mundo. Hay testimonios de los siglos XVII y XVIII en los cuales se especifica que los monjes entregaban limosna, pan y comida caliente de una manera mucho más generosa que otros cenobios.
Pero San Martiño Pinario tiene una “desgracia”. Se encuentra demasiado cerca de la plaza del Obradoiro, de manera que los peregrinos descienden desde la plaza de Cervantes (la parte más alta de la ciudad vieja compostelana), apremiados, tensos, deseando llegar al final. En sus prisas echan una mirada a la izquierda a la fachada de Azabacheria de la catedral… y se olvidan a la mano contraria, donde se alza el imponente monasterio.
Y es que cada tiempo tiene su afán: realmente, la entrada histórica a la basílica desde sus primeros tiempos se hacía por lo que hoy es Azabachería, donde se hallaba la Fuente del Paraíso. Pero ahora, desde finales del siglo XX, el punto de encuentro es la plaza del Obradoiro.
Gran hito del Camino éste de San Martiño Pinario. Que por cierto, entre otras joyas, esconde dos del siglo XV: una Epifanía en alabastro y una Virgen con Niño.

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