Un hito en tierras catalanas: la iglesia de Santa María, en Cervera

HdC. Cervera es fin de etapa del Camino de Santiago en tierras catalanas, en concreto de la larga etapa que comienza en Igualada: 37,7 kilómetros. El peregrino suele llegar exhausto y con pocas ganas de dar unos cuantos pasos más. Pero debe hacerlo, porque le espera la iglesia de Santa María, un sobresaliente ejemplar del gótico de Cataluña que sustituyó a otro románico del cual sólo ha llegado al siglo XXI una puerta esculpida, a su vez protegida por un pórtico ojival. Es la puerta de Sant Martí.
El edificio resalta ente los tejados y se localiza con facilidad gracias a su torre, de ocho caras y en cada una de ellas un ventanal. El templo en sí presenta tres naves, la central mucho mayor que las otras dos, y en el altar mayor otra muestra del románico: la imagen de la patrona de la localidad, la Mare de Déu del Coll de Les Savines, primorosamente hecha en el siglo XIII. Y como prueba irrefutable de que nos hallamos ante una iglesia de peregrinación, detrás de ese altar mayor discurre el deambulatorio, justamente para que los peregrinos pudieran circular con orden.
En suma, otro hito del Camino. La recomendación: no perderse la visita.

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