El monasterio de Irache, orgullo del Renacentismo navarro

HdC. El monasterio de Irache tiene algo del síndrome del Guadiana. Todo el mundo habla de él una temporada, luego cae en cierto ostracismo, vuelve a aparecer… En cualquier caso nadie niega que sea un hito del Camino a su paso por Navarra, una vez dejada atrás Estella y la ermita de Rocamador y antes de alcanzar Azqueta con su iglesia parroquial levantada en la Edad Media y puesta bajo la advocación de San Pedro.
Irache se benefició toda su larga vida del Camino. Fundado en el siglo X, fue en el XII y en el XIII cuando disfrutó de sus mejores tiempos viendo pasar docenas de miles de peregrinos rumbo a Compostela, época en la que se irguió su templo con planta de cruz latina y tres naves. El buen nombre y reputación de la comunidad religiosa llegó a tal extremo que albergó la primera universidad de Navarra, algo que hoy sigue siendo motivo de orgullo.
Es, además, la obra más notable del Renacimiento en esa comunidad, porque las reformas del XVI cambiaron por completo su aspecto. Sólo hay una cosa mala en Irache y no es culpa suya: a partir del monasterio y durante unos cuantos kilómetros le sobra asfalto al Camino.

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