Para las botas mojadas



E.G. Ahora en invierno, una buena estrategia para combatir la humedad del ambiente -y la lluvia gallega que todo lo empapa- es mantener durante la noche bolas de papel de periódico dentro de las botas, y las botas cerca (pero no pegadas) a una fuente de calor, si fuese posible.

El periódico absorberá la humedad de las botas y al día siguiente al menos durante las primeras horas podremos mantener secos los pies.

Por mucho que lo deseemos nunca debemos colocar las botas bajo un radiador, o demasiado cerca del fuego. El calor y los cambios bruscos de temperatura acaban por endurecer y cuartear la piel y la mayor parte de los materiales con los que están hechas.

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