Las ofrendas al apóstol Santiago por reyes y nobles



TH. En tiempo de reyes y nobles, la presentación de ofrendas y presentes al apóstol Santiago era una práctica común entre los visitantes de alto linaje. Entre las reliquias más destacables se encuentra la Cabeza del apóstol Santiago el Menor, ofrecida por la reina Urraca en 1117, procedente de Jerusalén de manos del arzobispo de Braga. Se puede decir que éste fue uno de los presentes con más repercusión de la sede compostelana, y hoy en día aún se puede observar en su busto relicario con rica ornamentación del siglo XIV. Una ofrenda muy común entre reyes y nobles estaba relacionada con la iluminación de la catedral, como fue el caso de la donación de Catalina de Lancáster, consorte del rey Enrique III de Castilla, o de su nieta Isabel la Católica, que donó a la iglesia 35.000 marabedís  para su iluminación a través de 6 grandes cirios.

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