Una mujer peregrina en el siglo XVI


TH. Por el siglo XVI salía en peregrinación a Santiago de Compostela, de la localidad de Almonacid (Toledo), un joven que hacía llamarse Juanico. Al finalizar su peregrinación entró a servir de criado en el convento de franciscanos, donde fue tal su humildad, piedad y devoción que a los pocos años de estar allí fue elegido donado, una suerte de orden menor. Fue al poco tiempo, debió de remorderle la conciencia, cuando descubrió el secreto que había guardado durante tantos años: y es que no se trataba de un joven sino de una joven. El "malentendido" fue reparado de buenas maneras, como su estancia en el convento era imposible la enviaron al de las clarisas de Pontevedra, donde además del hábito tomó el nombre de Sor María de San Antonio. Se cuenta que hasta su ancianidad  tuvo que relatar cientos de veces a sus compañeras su perefgrinación a Compostela como "Juanico".

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