El peregrino llega a Portomarín


TH. Y se encuentra con el embalse de Belesar en el que quedan retenidas las aguas del río Miño, y en sus vertientes se observa el cultivi de la vid en llamativos escalones. Abundan los robles y alcornoques, y además ya aparecen plantaciones de pinos de repoblación.
Posibilidad de divisar aves acuáticas como la garza, el martín pescador, pita de agua y aves invernantes como la cerceta, el porrón y otros anátidas, que en susu migraciones se acogen en este embalse. En Gonzar, se extiende otro hermoso robledal.

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