Santuario de A Virxe da Barca


TH. Cuenta la tradición que la Virgen María recaló con un barco de piedra en el que hoy es el santuario da Barca, en Muxía, para dar ánimos al apóstol Santiago en su predicación por el noroeste de la Península Ibérica. De ahí parte la significación jacobea de este lugar y su inclusión en las rutas jacobeas desde el medievo.
La distancia entre Fisterra y Muxía es de 31 kilómetros, avanzando el Camino entre aldeas, campos de cultivo, bosques y la presencia del mar. El último esfuerzo antes de Muxía está en la subida a el alto de As Aferroas, con sus amplias vistas. Desde Muxía, el santuario de A Nosa Señora da Barca, está a un paso. La iglesia de este santuario (s.XVII) es la primera visión que recobe el peregrino. En el interior guarda un retablo mayor barroco de gran calidad y , sobre todo, la imagen gótica de Nosa Señora da Barca, a quien se le dedica una de las mayores romerías de Galicia, el domingo depués del día 8 de cada mes de septiembre.
En el exterior, la magia del lugar insinúa sus secretos: sólo es necesario saguir el ritual y acercarse a la punta rocosa, casi con un pié en el mar, y comprender que allí está aún el casco, la vela y el timón de piedra del barco en el que la Virgen llegó a este perdido punto para dar ánimos a Santiago en su predicación.

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