El continuo paso de peregrinos por Betanzos


TH. El casco viejo de Betanzos vio pasar muchos peregrinos que, desembarcando bien en Neda o en Ferrol, se dirigían a Compostela siguiendo el Camino Inglés. Una de las paradas era la iglesia y monasterio de San Francisco, ahora convento que acoge a la que sin ninguna duda es la mejor muestra de arte funeraria gallega: el cenotofio de Fernán Pérez de Andrade.
San Francisco está considerado una obra maestra del Gótico de Galicia. Si bien del recinto monasterial no quedan a penas restos, el exterior impresiona con su torre y las ventanas tan verticales. La iglesia, lo más importante, con una sola nave pero muy ancha y otra perpindicular formando un crucero en el espacio donde se encuentran. Tiene tres ábsides, dos rectangurales a los lados y poligonal la central, mas dos capillas más nuevas que se abren en los extremos de los brazos del crucero.
La puerta principal del templo muestra archivoltas apuntadas con cuatro pares de columnas y un tímpano con la representación de la Adoración de los Reyes Magos. En el interior, lo más interesante son los sarcófagos de caballeros de los siglos XIV, XV y XVI, pero sobre todo el de Fernán Pérez que se apoya en el lomo de un jabalí y un oso y está ornamentado en las bandas con escenas de cacería. El caballero se representó en tamaño natural y se nota que se intentó reproducir de una manera fiel. En ese último viaje lo acompañan las figuras pétreas que representan un ángel en la cabeza, un cura rezando a la altura de la cintura y tres perros a los pies.
Junto a la iglesia de Santa María del Azougue, el crucero que se levanta en frente a esta y la plaza de Fernán Pérez, forma un magnífico conjunto monumental.

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