Santiago, cualquier día

EG. Una cosa es saberlo y otra verlo.En Santiago entran diariamente cientos de peregrinos y este es el aspecto que presenta todos los días por las mañanas uno de los tramos de acceso a la ciudad por el Camino Francés, en el barrio de San Lázaro. Las mochilas se cuentan ya por columnas. Los viajeros se piden amablemente paso unos a otros según el ritmo que lleven.

Para unos puede parecer masificación. Otros sin embargo lo disfrutan doblemente porque se sienten protagonistas de un nuevo Año Santo que, como los anteriores, atrae a la ciudad del Apóstol a miles de peregrinos. Muchos de ellos se tomarán incluso con buen humor la larga cola que les tocará hacer para entrar en la Catedral (si finalmente pueden).

Por más que las vemos, para los compostelanos estas columnas aún siguen siendo motivo de sorpresa.  

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